Capítulo 3 Li Jue ataca la capital por consejo de Jia Xu

Capítulo 3

Li Jue ataca la capital por consejo de Jia Xu

Esos generales, Li Jue, Guo Si, Fan Chou, y Zhang Ji a quienes Dong Zhuo había dejado para guardar Meiwo huyeron cuando su señor, Dong Zhuo, fue asesinado y fueron a la región de Liangzhou. De ahí mandaron una petición suplicando amnistía. Pero Wang Yun la desoyó. El mensajero regresó y les dijo a los cuatro que no había esperanza de perdón, así que reclutaron gente en una fuerza de unos cien mil y salieron a atacar Chang'an (la actual Xi'an de la provincia de Shaanxi). Lu Bu no podía sujetar a estos enemigos, así que apremió a Wang Yun para que huyera con él, pero este no quiso irse. El propio Lu Bu huyó a buscar refugio con Yuan Shu.

Las tropas de Li Jue y Guo Si llegaron a Chang'an, rodeando el palacio Interior. Los cortesanos alarmados rogaron al emperador que acudiera a la puerta de la Paz para intentar sofocar la revuelta. Li Jue y los otros pidieron al emperador que les diera a Wang Yun y retirarían las tropas. El emperador tenía dudas y estaba dudando, pero su fiel ministro saltó gritando desde la muralla, y Wang Yun fue asesinado a los pies de la torre. Desde ese momento, el poder de la corte cayó en manos de Li Jue y Guo Si.

Ahora que ejercían el poder real eran muy duros con el pueblo, Un día llegó un informe de que Ma Teng, el gobernador de Xiliang, al noroeste de China y el protector imperial de Bingzhou, Han Sui, se acercaban rápidamente a la capital con cien mil hombres con intención de atacar a los rebeldes en nombre del emperador. Ma Chao, el hijo de Ma Teng, solo tenía 17 años pero era un luchador valiente. Los dos presumidos generales cayeron bajo la mano de este joven. Por supuesto, dos meses después, los suministros de la fuerza de Xiliang se habían agotado y los líderes empezaron a pensar en retirarse. Entonces se hizo a Cao Cao general al mando de la expedición oriental por sus servicios en sofocar los restos de los Pañuelos Amarillos. Cao Cao animó a todos los que eran capaces a ayudarlo y tenía consejeros como Xun Huang, Xun You, Cheng Yu, Guo Jia y Liu Ye en el lado civil y generales valientes como Yu Jin y Dian Wei en el ejército.

Como hijo fiel, Cao Cao mandó gente a Langye para escoltar a su padre a Yanzhou. Oyendo que la familia del gran hombre pasaba por la región, Tao Qian fue a darles la bienvenida, los trató con gran cordialidad haciendo festejos y entreteniéndolos dos días y, cuando se fueron, los escoltó hasta la frontera. Además, mandó con ellos a un cierto general Zhang Kai con una escolta especial de quinientos hombres. Zhang Kai, que sin embargo, era un traidor y mató a toda la familia de Cao Cao, les robó todo el tesoro y huyó. Al oírlo, el furioso Cao Cao condujo a su ejército principal a Xuzhou para vengar este terrible acto.

En esta ocasión, Chen Gong también estaba en buenas relaciones con Tao Qian. Al oir el plan de Cao Cao de masacrar a toda la población, Chen Gong, que había salvado la vida de Cao Cao en el pasado, acudió presto a ver a su antiguo compañero para aconsejarle que no atacara Xuzhou. Cao Cao no quiso escuchar. Chen Gong notaba que no podría encararse con Tao Qian porque no había conseguido persuadir a Cao Cao, así que partió al condado de Chenliu y ofreció sus servicios al gobernador Zhang Miao.

Tao Qian quiso ofrecerse como prisionero y permitir a Cao Cao que aplacara su venganza en él. Su consejero, Mi Zhu propuso que fueran a Beihai y rogaran al gobernador Kong Rong que les ayudara. Tao Quian accedióy escribió dos cartas. Le pidió a Chen Deng que fuera a Qingzhou y, después de que hubiera ido, se encargó a Mi Zhu la misión del norte. Justo entonces, surgió otro brote de los Pañuelos Amarillos cuando diez mil bandidos llevaron a cabo asesinatos y robos en Beihai. Así, Kong Rong partió apresuradamente junto a Liu Bei.

Liu Bei tenía fama de líder humano, justo y compasivo. Con Guan Yu y Zhang Fei sacó tres mil soldados para ayudar a levantar el asedio. Cuando las tropas de Liu Bei llegaron a Beihai, la habilidad castrense de Guan Yu marcó la diferencia cuando su sable de dragón se alzó y cayó para matar al jefe rebelde Guan Hai y levantar el sitio. Kong Rong invitó a Liu Bei a rescatar a las víctimas de Xuzhou. Liu Bei partió con su amigo Gongsun Zan y le prestó dos mil caballos y soldados. También deseaba tener los servicios de Zhao Yun. Gongsun Zan estuvo de acuerdo. Se marcharon. Liu Bei y Zhang Fei partieron raudos conduciendo a mil hombres contra el ejército de Cao Cao. Se pidió a Liu Bei que escribiera a Cao Cao para suplicarle que levantara el sitio.

Mientras ocurría esto, llegó un jinete con noticias de una gran desgracia:

-Lu Bu ha invadido Yanzhou y ahora tiene Puyang.

Cao Cao se molestó mucho por ello. Su consejero, Guo Jia, le dijo que lo mejor sería hacerse amigo de Liu Bei a cualquier coste y regresar a Yanzhou. Aceptando el plan de Guo Jia, Cao Cao levantó el campamento y regresó a Yanzhou para tratar con Lu Bu.

A Tao Qian le satisfizo la noticia de que el enemigo se marchara e invitó a sus defensores, entre ellos Kong Rong, Tien Kai, Guan Yu y Zhao Yun a la ciudad de Xuzhou y les mostró su gratitud con fiestas y banquetes. Tao Qian renovó su oferta de ceder a Liu Bei la región de Xuzhou, pero este seguía rechazándolo. Tao tuvo que invitar a Liu Bei a acampar en Xiaopei para poder seguir defendiendo Xuzhou. Todos pidieron como un solo hombre a Liu Bei que accediera y finalmente claudicó.

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Cao Cao había marchado hacia su propia región. Acampó entonces llegando a Puyang. Lu Bu condujo un ejército de cincuenta mil hombres y se alinearon en formación circular. Al verlo llegar, los generales Xiahou Dun y Yue Jin huyeron, pero Lu Bu los persiguió. El ejército de Cao Cao perdió el día. Retirándose unas diez millas, hicieron un nuevo campamento. Al anochecer, salió con veinte mil caballos y hombres por una carretera secreta a un campamento de Lu Bu al oeste de Puyang. Entonces se hicieron los preparativos para la defensa. La lucha se volvió desesperada. Cao Cao se lanzaba contra las líneas enemigas, el estruendo era terrible, las flechas eran como lluvia copiosa sobre ellos y no podían avanzar. Cao Cao estaba desesperado y gritaba de terror para que alguien lo salvara. Estaba en gran peligro. Sin embargo, llegó la ayuda. Xiahou Dun localizó a su jefe con una tropa de soldados, paró la persecución y combatió contra Lu Bu hasta el ocaso. La lluvia caía a torrentes encenagándolo todo y, cuando la luz del día se desvaneció, se retiraron y Cao Cao llegó al campamento.

Cuando Lu Bu llegó a su campamento, llamó a su consejero Chen Gong. Este propuso una nueva estratagema. En Puyang hay una familia rica y noble llamada Tian, cuyo clan cuenta con miles de personas. Chen sugirió hacer que una de esas personas fuera al campamento de Cao Cao con una falsa carta secreta sobre la fiereza de Lu Bu y el odio de la gente y su deseo de librarse de él. Chen propuso acabar la carta diciendo que solo Gao Shun defendía la ciudad y que ayudarían a cualquiera que viniera a salvarlos de Lu Bu.

Y así, engañado por esta estratagema, Cao Cao se abrió camino a la ciudad en la primera guardia pero, cuando llegó a la residencia principal, se dio cuenta de que las calles estaban bastante desiertas y entonces supo que lo habían engañado. Girando el caballo, gritó a sus seguidores que se retiraran. Cao Cao intentó llegar a la puerta norte pero se recortaba contra el sol brillante la figura de Lu Bu viniendo hacia él con su alabarda de tres púas lista para matar. Cao Cao se cubrió la cara con la mano, espoleó a su corcel y pasó al galope pero Lu Bu fue galopando tras él y le dio un golpe en el casco preguntándole simplemente dónde estaba Cao Cao. Este se giró y señaló a un caballo pardo muy por delante. Así, el aliviado Cao Cao salió por la puerta este, volvió al campamento y dio órdenes de extender la noticia falsa de que se había quemado en el fuego, que estaba muerto y que los soldados estaban de luto. Él mismo preparó una emboscada para Lu Bu en los montes Maling. En seguida le llegó a Lu Bu la falsa noticia y preparó en seguida a su ejército para que atacara por sorpresa. Cuando pasaban las montañas, fueron atacados por las tropas emboscadas. En aquel momento descendió de repente una plaga de langosta y devoró todas las hojas verdes a la vista. Las tropas de ambos bandos estaban sufriendo y cesó la lucha.

En Xuzhou, el protector imperial Tao Qian, de más de 60 años, cayó de repente gravemente enfermo. Pidió de nuevo a Liu Bei que tomara el control de la región pero este declinó firmemente. No mucho después, falleció Tao Qian. Cuando acabó el luto ceremonial del funcionario, le llevaron las insignias a Liu Bei. Los siguientes días, los habitantes de la ciudad y el campo de los alrededores se agolparon en la residencia estatal inclinándose y llorando, pidiendo que Liu Bei se quedara a cargo. Finalmente consintió en asumir los deberes administrativos.

Las noticias de los acontecimientos de Xuzhou llegaron debidamente a oídos de Cao Cao, que estaba muy enfadado. Se expidieron órdenes de que se preparara el ejército para una nueva campaña contra Xuzhou. Pero el consejero Xun Yu protestó ante Cao Cao y le aconsejó que era más ventajoso atacar los restos de los Pañuelos Amarillos de Yingchuan y requisar su grano. Cao Cao capturó Runan y Yingchuan según ese plan. Xu Chu se sometió a Cao Cao y recibió el rango de general.

Así cayeron Yanzhou y Puyang bajo el poder de Cao Cao. Lu Bu, que no tenía salida, fue a Liu Bei, que había asumido el poder en Xuzhou. El corazón de Liu Bei era amable y permitió a Lu Bu conducir a sus tropas y tomar residencia en Xiaopei.

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